teniéndote tan cerca

Llevábamos meses sin hablar, la última vez que platicamos me dijiste que todavía no sabías si querías seguir conmigo; me dijiste que me amabas y decidí darte todo el espacio, así que no te escribí, no te mandé memes, no te llamé, no te perturbé para nada. El día que decidí romper el silencio y contactarte para pedirte que me dijeras si querías seguir conmigo o no, me había despertado muy temprano después de soñar contigo.

Soñé que compartíamos la cama, estabas a mi lado, pero por algún motivo no podíamos hablar, para mí era muy doloroso porque yo te amaba muchísimo y no podía decirte nada teniéndote tan cerca. Decidí que era suficiente y volteé a verte, pero no estabas ya. Vi el reloj y eran las 4:49am. Me levanté buscándote y a lo lejos escuché tus pasos, sé que eran tus pasos por el sonido que hacían tus zapatos en el piso: tus pasos acercándose siempre hacían que mi corazón latiera más rápido. Fue por ese sonido cada vez más débil que supe que te alejabas, alcancé a verte por detrás y grité tu nombre sin que me contestaras, no volteaste a verme siquiera.

Ahí desperté, no dejaba de sentir esa desesperación de buscarte dónde yo sé que estás, pero no para mí… Miré la hora en mi celular y eran las 4:49 de la mañana, me di cuenta entonces, que debía escribirte, debía parar mi propia tortura y pedirte que hicieras lo que tuvieras que hacer, pero que me quitaras esa loza que me oprimía el corazón todos los días. Así fue y, tal como en el sueño, no tuve respuesta, nunca escuché más tu voz.

Sueño de: "La niña de Guatemala"