Aunque nadie tenga porqué preocuparse, al menos no por el momento, me inquieto al advertir que de manera gradual la marea no deja de subir.

Delirios sobre universos oníricos. Construyendo un subconsciente colectivo.
Compártenos tus sueños. Los estamos esperando. Pueden publicarse anónimamente.
Aunque nadie tenga porqué preocuparse, al menos no por el momento, me inquieto al advertir que de manera gradual la marea no deja de subir.
«Quizás Dios, al hacerte diferente, quiere mostrarnos algo, quiere que aprendamos algo.»
Mi hermana y yo llegamos a un restaurante. Pedimos mesa para tres pues habíamos quedado de encontrarnos ahí con nuestro Maestro. Era una terraza al
Guapota, ¿cómo estás? Soñé contigo. Estábamos en el centro de la ciudad y empezaba a temblar rudo, se caían edificios alrededor. Nosotras estábamos en una